Entre el desierto, el mar Mediterráneo y la cordillera del Atlas se encuentra enclavado el país más pequeño del Magreb, Túnez. Viajar a Túnez es encontrarse con otro mundo y dejarse llevar por la magia de la puerta de entrada al desierto del Sahara, al que es posible acceder a través de la ciudad de Douz, un encantador lugar lleno de agua y palmeras desde el que ya se divisan las dunas de Matmata, que podrás recorrer a lomos de un camello y que, sin duda, te regalarán recuerdos imborrables de tu viaje a Túnez. Son las mismas dunas que, a lo largo de la historia, han sido punto de encuentro y reunión de las tribus bereberes en Túnez. Los relatos de aventuras y leyendas resonarán en tus oídos mientras disfrutes del privilegio de contemplar el cielo nocturno lleno de estrellas desde el desierto de Túnez antes de descansar en una jaima. También podrás visitar la ciudad de Matmata, hogar de tribus bereberes con llamativas viviendas subterráneas donde residían los trogloditas. De hecho, el original paisaje formado por unas 700 grutas sirvió de escenario para el rodaje de Star Wars. En Túnez encontrarás muchos otros rincones sorprendentes con originales viviendas, como en la población de Medenine, al sur. Medenine es una zona de ksar, casas construidas en las rocas, un estilo muy diferente al de las grutas de Matmata, pero igual de sorprendente. En Túnez también podrás visitar zonas montañosas, como las impresionantes montañas Kroumirie, o sus maravillosas costas, como las playas de Hammamet, Sfax o Monastir.