Si te gusta el deporte y te gusta la nieve, Tignes es tu destino ideal. Esta población francesa, situada en el departamento de Saboya, resurgió de sus cenizas después de sufrir una progresiva inundación por el agua de la presa construida en el pueblo, que culminó en 1952, cuando los habitantes tuvieron que ser desalojados. A pesar de todo, Tignes resurgió y fue reconstruido hasta convertirse en lo que es hoy en día, una de las capitales europeas del esquí. En Tignes, puedes disfrutar de una excursión por el Col du Palet y el Col de la Tourne, descubriendo la vegetación alpina y disfrutando de las vistas del lago de Tignes. El glaciar de la Grand Motte es uno de los mayores atractivos de Tignes, ya que es precisamente este paraje natural el que permite que se pueda practicar el esquí durante todo el año, incluso en verano. Si te apasiona el esquí no tendrás que esperar a que llegue la temporada de invierno… en Tignes podrás disfrutar de tu deporte favorito cuando te plazca. Se puede llegar a la cima de la Grand Motte gracias a un teleférico y, desde allí, disfrutar de unas inolvidables vistas del pueblo de Tignes, la estación de esquí, la Grande Sassière y el majestuoso Mont Blanc. Uno de los puntos a favor de la estación de esquí de Tignes es que incluye pistas de todos los niveles, así que podría definirse como un paraíso del esquí tanto para profesionales como para aficionados y principiantes que estén dando sus primeros pasos en este deporte de nieve.




Esquí en Tignes (Francia)

Durante el puente de diciembre ven a los Alpes franceses para empezar a disfrutar de la nieve y sus pistas de esquí. Puedes disfrutar de una estancia desde 4 días hasta una semana completa. ¡Tú eliges! La estación de Tignes, es reconocida por sus instalaciones deportivas, todas relacionadas con la nieve, así que podrás pasarlo bien disfrutando del esquí en Tignes, una estación que abarca las poblaciones de Val Claret, Tignes-le-Lac, Le Lavachet, Tignes Les Boisses y Tignes-les-Brévières.