Han sido muchas las civilizaciones que han dejado su rastro en Portugal, el país del vino y el fado, lo que ha acabado resultando en una riquísima cultura llena de matices e influencias que se reflejan tanto en sus costumbres, como en la gastronomía, el arte y un largo etcétera. También existen rasgos en el patrimonio de Portugal que son más exclusivos y característicos, como los edificios del Gótico Portugués Antiguo, un estilo arquitectónico suntuoso y con elementos marítimos que también recibe el nombre de estilo Manuelino.

En Portugal, las calles empedradas te harán descubrir edificios construidos con este singular estilo mientras recorres lugares llenos de encantos, como los que podrás encontrar en la capital de Portugal, Lisboa. Eso sí, tienes que ir preparado para subir cuestas si quieres recorrer la ciudad a pie, aunque siempre te quedará la opción de subir a uno de los característicos tranvías de Lisboa. Déjate llevar por las notas de algún fado mientras degustas una copa de buen vino en algún local de la ciudad y visita lugares turísticos como la Torre de Bélem o la catedral de Lisboa.

Oporto es otra de las ciudades de Portugal en las que podrás descubrir parte de la esencia de esta tierra. Junto a la desembocadura del río Duero se alza la segunda ciudad más grande de Portugal, donde podrás visitar el Mercado do Bolhao o la Librería Lello e Irmao (que aparece en películas de Harry Potter), además de los Jardines del Palacio de Cristal, desde los que gozarás con unas increíbles vistas de la ciudad.