Finlandia es un país que te empezará a sorprender incluso antes de bajar del avión, ya que desde las alturas podrás deleitarte con un auténtico espectáculo de la naturaleza. Islas, lagos y bosques envuelven las ciudades y aportan una paz y tranquilidad impagable para sus habitantes que podrás sentir en tu propia piel durante el viaje. Si viajas a Finlandia no puedes perderte la oportunidad de realizar un crucero y surcar sus aguas. Y si la visita es en invierno, disfrutarás de los paisajes nevados de Finlandia, donde además podrás conocer el hogar de Papá Noel, en Laponia, o incluso alojarte en alguna cabaña típica lapona durante los días de navidad, estar rodeado de nieve y renos y degustar un buen salmón, uno de los platos estrella de la gastronomía finlandesa. En Finlandia también es de visita obligada su capital, Helsinki, una ciudad donde destaca el contraste entre tres tipos de construcción que reflejan las tres épocas por las que ha pasado Helsinki: la arquitectura de la época de los zares, otra más romántica y la moderna, cuyos edificios más emblemáticos tienen nombre propio, el del arquitecto Alvar Aalto. Si prefieres embriagarte con la naturaleza de Finlandia, es recomendable visitar el Aulanko Park, un parque natural a medio camino entre Helsinki y Tampere, en el pueblo de Hammelinna. Los árboles y lagos te harán sentir muy lejos de la cvilización, es un lugar de Finlandia ideal para perderse y encontrarse a uno mismo… como tantos otros rincones de este maravilloso país